Insomnio lorquiano

No puedo dormir esta noche. No voy a descansar. Me desvela el día de mañana. Por fin voy a trabajar después de mucho tiempo en paro. Voy a burlar a la crisis que han inventado los bancos, esos que atan los bolígrafos con una cuerda. Pero no puedo dormir; estoy inquieto. Al final los estudios de arqueología me van a dar de comer, aunque me quiten el sueño. Es esa tontería de tener la oportunidad de sacar de la tierra los huesos muertos del que escribió su vida en palabras la que no me deja dormir. Otra vuelta en la cama. Las sábanas se enredan en mis piernas como una zarza malintencionada.




Cuando los tambores del alba me anuncien el día iré a Fuente Grande. Quizá escriba una línea de la historia con mis herramientas de fabricar desentierros suaves. O quizá el resultado de las excavaciones cierre el telón de La Barraca, y deje boquiabierto al mismísimo Ian Gibson. Vamos a empezar una prospección poética; a ver si sacando tierra enterramos la guerra. Después de hoy, la arqueología en Granada será una ciencia, y un sentimiento. Sabré si las falanges de las manos que encuentre son de poeta o de banderillero; y alguien leerá en una cadena de ADN un poema sin métrica, una certeza. Luego escribirán con la seguridad de una rima su nombre en una piedra dura como un corazón sin venas; y los turistas visitarán la Alhambra y la tumba de Federico.

Ya está amaneciendo y no he cerrado los ojos. A ver si encontramos al muerto que siempre estará vivo. A ver si, cuando todo acabe, él descansa para siempre, y yo descanso por la noche.

Besos (y vino, y risas, y música, y vosotros).


La Cuisine De Bernard - Fito & Fitipaldis



Besos de cristal,

de labios rojos, de rojo vino.

Labios resecos,

de amor, del camino.



Besos de silencio.

Paciente es el tiempo, oscuro el momento.

Cunas de madera con húmedo aliento,

cantan en silencio la canción de un sueño

que dibuja el vino que bebo con nervio.

Con nervio tan lento, que hasta el puro nervio

le arropa el silencio.



Besos amarillos que arrastran el viento

como una hoja seca que estaba durmiendo.

Como una uva roja que endulza el otoño,

como un río de hojas, como una botella,

como un manicomio.

Besos amarillos que le diera ella.



Besos de papel escondido en piedra

que escribiera él.

Fortaleza y hambre.

Que el vino te muerda como una mujer,

y que vino sangres.

Roja la doncella.

Besos de papel, de papel los versos,

versos para ella, que escribiera él.

Peñafiel, 12 de octubre de 2009.


Safe Creative #0910164693133