Anoche tenía unas letras asomadas al balcón.
Les di un empujón.
Podrían haber sido versos o prosa,
Calurosa, pegajosa.
Después soñé con ellas.
Y se rieron de mí, las asquerosas.
Esta mañana les he llevado flores.
Esas amarillas como el sol
Que me recuerdan al rojo de tu boca,
Esas amarillas locas.
De muchos colores.
Esas blancas que tu piel toca,
Esas negras que huelen a entierro.
De pocos olores.
De olor negro.

Huele a letra muerta.
Descompuesta.
Pongo flores verdes que no hay que regarlas.
Huele a letra suelta.
No sé hacer entierros.
Encárgate tú.
Huele a letra amarga.
Llaman a la puerta.