No soy hombre de mar
sino de orilla,
de límites, de saber que en la frontera
residen lo secreto y lo imposible.
Si abres la cortina
y te parece
que cabe en la ventana la ría de Vigo,
entenderás que lo que explico no se explica,
y que no me equivoco cuando digo
que el silencio es una especie de botica.
Una cena en París
y otra en el cielo;
es cierto que las cenas hacen daño
al estómago, al recuerdo, a la poesía.
Ahora estoy a dieta de música y paisajes,
y está bajo control la melancolía.
Tomo la carretera
siempre abierta
aunque nunca llego a huir del todo,
tan sólo a retirarme a la avaricia
de dormir y soñar al mismo tiempo,
ya que no tienes piel, ni yo caricias.
13 comentarios:
Abro la cortina y te veo, y te leo, siempre embobada, siempre las entrelineas, y me encanta que estés y aprovecho y te beso lento, para que vuelvas y te quedes, y nos des más.
París...c'est magnifique, toi aussi.
Hombre que bien verte de nuevo!
No te quejarás del recibimiento de Calma...
Salud
Wow..lo que hace la dieta.
Besos mil.
Cuánto tiempo sin pasarte por aquí, pero desde luego menudo retorno, qué dos pedazos de poemas
La delicia de tu poesía siempre es incomparable.
Besos.
Madre mía, más que de orilla, eres hombre de pocas letras, aunque grandes poesías ;)
Besicos
Un poema sublime, para leer entre la frontera de las líneas, que huele a húmedo fin del verano (también un momento de frontera).
Me alegra verte de nuevo, después de tanto tiempo. Y cuando llegas siempre los haces así de bien, me encantan tus notas,y tu poesía.
Un abrazo.
Nos tenías abandonados, pero regresaste que alegría de nuevo leerte.
Como entiendo cuando dices que el silencio es una especie de una botica.
Un besito :-)
Me gusta lo que escribes, tiene sentimiento.. te he visto en google+
Sr. antifaz!!
Que bueno este..la estructura del pensamiento!! las palabras el sifnificado conjunto!!
Me ha gustado mucho, por eso no deberia alejarme de aqui!
me gustaría que recordaras esa cena de Paris
a pesar de la piel, de la melancolía
Precioso.
Besos.
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