No estoy de acuerdo


No estoy de acuerdo
¡No estoy de acuerdo!
Y en mi desacuerdo
Me siento avanzar
Como quien se abre paso entre las zarzas.
Pues no he venido a amarrarme
A la estética, a la piel,
A la presencia.

Las cosas tienen por qué.
Yo quiero hablar de la esencia.
Disculpen mi vestimenta
Y esa falta de elegancia
Que enmudece mis palabras.
Hoy traigo sangre en las manos;
No se asusten, que es la mía,
Que quiero hablar de la esencia.



La esencia viene de amarse,
Y de dolerse al amarse,
Pero también de la risa
Que provoca haberse amado,
Que provoca haber comido
Empezando por un niño
Que sonríe enamorado
Y acabando por mí mismo.

Yo nunca pedí un botón
Para que inmediatamente
El sol se aparte de mí.
Yo nunca pedí subir
Por encima de las nubes.
Yo nunca pedí subir
¿Queréis bajarme de aquí?

Yo he pedido envejecer
Y en este violento suelo
Que acabáis de construir
No creo que pueda ser;
Si no puedo sonreír,
Si habéis cortado la hierba
Y mi ventana se ha muerto
Recordando aquel paisaje
Y ya no me deja verlo.

En mi desacuerdo canto:
¡Quien reparte la comida
no la está bien repartiendo!
Por eso,
Por eso no estoy de acuerdo.


Safe Creative #1205051589729

8 comentarios:

Genín dijo...

Pero ya sabes el dicho, "El que parte y reparte se lleva la mejor parte"...jajaja
Salud

PD.
¿Podrias quitar el sistema odioso de las dos palabritas de verificación?
Gracias

Lapislazuli dijo...

La desigualdad en el reparto, duele por la realidad
un abrazo

Ardaire dijo...

Yo tampoco estoy de acuerdo y reivindico el hablar de la esencia como necesidad humana y urgente.

Un abrazo y gracias por el poema!

Belén dijo...

Lo malo es que no entendemos nada, lo bueno es que, quizá, nos unamos...

Besicos

miralunas dijo...

yo estoy de acuerdo usté y celebro su escencia. y la forma de decirlo.
saludos!

Mari Carmen dijo...

Gracias, José, por tus escritos.
Añado otro al: ¡"Me gusta como escribes!".
Un besito.
Mari Carmen.

Mayte dijo...

Estupendo, decir, hacer, vibrar y seguir escribiendo como solo tú lo haces!

Besos.

Shang Yue dijo...

que tu grito no rompa en el desierto de los sordos