Cierra las cortinas que el calor asfixia, el blog está que arde de ausencias y presencias descalzas, y hasta la luna está sudando estrellas. Cortina espesa como la de mi abuela, con aquellas rayas bandoleras. Cortina fina con sentimientos bordados. Cortina que encierras soledades y compañías, que ocultas paisajes y borrascas. Cortina larga que hace con sus bajos el oleaje de los pasos que no doy. Cortina corta, corto antifaz.
Echa la cortina aunque traspase hasta el tímpano la carraca aguda de los grillos de esta tarde, aunque rompas el instante silencioso de la noche estrenada, apenas oscura, apenas respirable, apenas noche. Cortina, la primera bailarina loca del verano, novia sonriente de los cuatro vientos, que a los cuatro acaricias. Cortinas viejas, tejidas de secretos, de recuerdos colgados en las cortinas de otro verano, que ni al lavarlas se limpian de lo que oyen. Cortinas nuevas, que no saben lo que el sol traiciona y acalora. Si peleas con él perderás como lo hice yo, novata luchadora, pero alegre inconsciente, cortina adolescente. Cortina que deja pasar la música y la siesta, las voces y hasta los susurros, la mitad de los olores, el doble de los versos de un poema.
Echa la cortina, pájaro sin alas con ganas de volar, bridas en la cabeza, estampas en el pecho, pies de plumas, mirilla sin ojos, reloj parado. Nunca se sabe lo que pasa detrás de una cortina, y siempre lo que pasa delante de ella, por eso ponen flores a la entrada de la cortina, para avisar que alguien las cuida antes de cerrarlas. No hay más libertad que encerrarse detrás de una cortina. No hay aire más ligero que el que dejan respirar las cortinas. La diferencia entre una celda y una alcoba es la danza de una cortina. La boca se calla, el oído se cierra, los ojos se ciegan; a qué sentidos llaman las cortinas. Abona la penumbra, dicta sentencia sobre la respiración, cambia el ritmo de los latidos. Tatuaje en la cara, escudo para los cobardes, paraíso para el solitario, alegría para el triste, cueva de promesas, océano de palabras sin sentido, aunque con dirección. Capricho de mujer, atrevimiento para la vergüenza y el fracaso.
15 comentarios:
pero la luz, hace falta la luz, hace falta la luz...
Escribes con la luna anti?
Cuidate los ojos por favor...
:)
Besicos
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¿Sigues rasgando deseos, desvelando sueños, alcanzando imposibles? ¿Sigues?
Lo importante es que las cortinas nunca te escondan, sino que te escondas tú para sentirte libre...
bello, anti. mucho.
besitos.
Nunca había pensado en la historia que puede tener una cortina y los secretos que guarda.
Hay veces que es necesario echar la cortina pero si se convierte en un hábito, la falta de luz nos puede perjudicar y traernos tristeza.
Echa la cortina para escribir, pero luego ábrela para que entre otra vez el sol.
Un beso, mi Caballero del Antifaz.
siempre le pones un toque diferente a lo cotidiano, a lo que es obvio y no reparo...
Me gusta llegar y sorprenderme.
Ya te comenté alguna vez... me gusta tu mirar de las cosas, entregas, abordas, conduces magistralmente desde comienzo a fin..
Te abrazo señor del Antifaz...
te espero en casa..
Ali
Las cortinas siempre son buenas si dejan pasar el aire, la luz y la vida.
Un besote.
Mejor, ser libre cuando no haya nada de esconder, cuando no se necesite una cortina.
me gustó muy tuyo...........besos
Perdona pero no puedo pararme...voy a echar la cortina... ;)
Besicos
Así que echaste la cortina para protegerte del calor y de la borrasca, con razón me asomo a mi ventana y no puedo verte...
Besos borrascosos
Hace falta aire acondicionado y es tan caro... Viy a tener que imitarte y recurrir a las cortinas.
Besos de Princesa
Descorro las cortinas porque me gusta su caricia en mi piel,y el airecillo que se cuela sin avisar caracoleando mi pelo..
Besitos ;-)
Gracias a todos por comentar. Muchos de vosotros habéis coincidido en el deseo de abrir la cortina. Lo hago. Ya veréis.
Eso hubiese necesitado yo estos dias atras, cerrar las cortinas de lo cotidiano, de la rutina burocrática...ya queda menos para cerrarlas...besos
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