Soy nuevo en este barrio viejo asomado a las puestas de sol en el perfil de un castillo. Soy un tío raro aquí; una nota discordante. Sales a la calle y respiras personas, sudor, miserias, por donde acabará reventando la crisis, por donde empiezan a liberarse los instintos. Ser humilde es tan cierto como tener un perro al que pasear. Este barrio es una exposición de desconchones, un almacén de tarados físicos, inaceptables en el barrio de los ricos.
La vi entre todos. Su luz destaca. Su edad es incalculable, como la valentía de su mirada: descarada, desafiante. Lleva una flecha metálica atravesada en la ceja porque seguramente Cupido se enamoró de sus ojos, y una esfera pequeña colgando en el labio porque la luna se enamoró de su boca suelta y carnosa. Lleva dos reliquias clavadas en la piel. Su edad – ya lo he dicho antes – es incalculable; entre diecisiete y mil doscientos años. No tenía más de dos euros para los vaqueros que luce, pero las espinas agresivas que los adornan valen más, mucho más. El color del pelo es un reflejo del rímel exagerado que abraza su mirada de barrio. El corte, las formas, los enredos, son un exceso de imaginación de las tijeras. La vi y en seguida supe que era más directa que cien antifaces de los míos.
Tiene las tapias del barrio estropeadas de grafitti; pero están mucho mejor estropeadas de lo que son capaces de estropear los pintores. Mete su frustración en un vaso de plástico y la perfuma con la hierba que vende su hermano para sobrevivir – para sobremorir – cada día. La música que oye es tormentosa, es una protesta, un alarde de percusión y poco más. Está incómoda pero sonríe. Sabe que hay alguien por ahí viviendo de lo que roban a su padre a cambio de que enferme de los pulmones en una fábrica, y se enfada. Por eso insulta. Por eso su lengua es ordinaria, traviesa, ilegal. Por eso enterró la corrección en un jardín del parque. Está presa en un sistema judicial, económico, educacional equivocado; ella viene prejuzgada y maleducada de la cuna.
Si tiras un arco iris en un charco adivinarás el color de su sombra de ojos. Qué ojos. Ayer pasé por el barrio y la vi. Por suerte para mi pericardio, no la miré.
23 comentarios:
Hace tiempo no miro una como la que describes, estoy algo encerrada...
Besos borrascosos y feliz fin de semana
Me hace mucha gracia como te gusta el regeton.
Niche.
jajaja...
;)
Pues para no haberla mirado, la verdad es que la has descrito muy bien...:P
Besicos
Hay veces que es mejor no mirar.(por los latidos)
Buen relato, la música es para no parar de girar.
Besos.
Una chica preciosa la que describes pero da pelín de "miedo". Besitos
Que buena la descripción. Besitos varios.
la descripción es fabulosa, de manual, al leerte casi se pueden vivir en primera persona las sensaciones que circundan al narrador y desear entrevistar a la chica de los pircings, por si fuera de carne y hueso. Saludetes
Extraordinaria descripción, pero a veces, es mejor sentir y mirar desde el alma del corazón.
Un beso.
Eso se llama Empatia: el mirar con los ojos del corazon.
Un abrazo
(ahora no tengo teclado en castellano= no acentos)
Y es preciosa de verdad, y es cualquiera, y son tantas, y es la calle y son tus ojos... que saben mirar, nada más.
Besos
Una forma Muy poética de ver la vida, los sinsabores que les da la vida Y la forma de vestir, hablar y actuar de una Niche (venezolanismo) como dice te dice Euchy por lo del reggeton que es la música que escuchan ellos o KInky (como dicen donde vivo ahora (tenerife)
Y muy cierto que haces verla en primera persona
Repito! escribes y describes genialmente
Bechos
Buena descripción de un ambiente y un personaje cargado de una mezcla de rabia,rebeldía e impotencia.
Besos.
Si sólo viéndola eres capaz de escribir todo esto, no me quiero imaginar lo que pasaría si la miraras...
:)
Besicos
Buena mirada... me ha gustado tu manera de relatarlo :)
Besos
Como la sigas mirando tanto y así, se te romperá el pericardio!!
Besitos.
Ps: Interesante descripción...yo no le pongo más de 30.
En los rincones de los barrios pequeños y en las calles de la gran ciudad siempre hay seres sin edad, que vagan con los gritos que su ropas e imagen dan sin hablar.
Creo que tendríamos que escucharlos, no crees?
Besitos.
:)
.
Nunca he dejado de leerte, porque si hay algo que he aprendido, es a conservar las cosas que admiro, tus letras siempre son la merienda de mi recreo. Hoy quise dejarte unas palabras, solo decirte:
Feliz cumpleaños Anti, un beso.
todo es fruto de los ojos con que se vea, con la experiencia vivida... con la vida misma... un abrazo
Dios mìo
Serà que en verdad comprendes la potencia del arma poderosa que empuñas al escribir,e impresionarnos asì,de esta manera,con tamaño arte?
Describir
y entre lìneas
advertir
tan magistralmente
que pueda alguien hacerlo
me hace entender mis propias limitaciones para hacerlo
y agradecer que haya alguien en el mundo como vos
Son "bellezas extrañas".Uno puede imaginar de dónde vienen o porqué su actitud es desafiante.Se puede intentar justificar sin juzgar.
Me pregunto: cómo será convivir con ellas en un mundo que ya empieza a dejarlas ver por donde quieras que vos andes? Deambulan.Ni "ellas" saben hacia dónde van.
La próxima vez, mirala!son parte de la realidad.
Yo tambien escucho y bailo reggeaton.
Buen fin de semana.Un beso.
Hermoso texto lleno de vibraciones humanas, sin música para mi no pude escucharla pero no importa tus palabras son música para el lector que quiere mas ...........despues de leerte
besos desde
la neblina de un domingo con té y paz
Sí, es mejor ver pero no mirar, porque lo que entonces entra por la retina pincha y produce un dolor más agudo que el de los piercings que lleva puestos esa chica. Sobre todo, porque no está en la mano de uno hacer nada para que ese barrio viejo deje de oler a miserias y a instintos a punto de explotar. Nada, excepto contarlo. Y si es de semejante manera a como lo has hecho, pues...
Besos, Antifaz.
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