La ley afgana

Hoy han puesto el sol muy fuerte, quema los pies, nubla la vista. La sombrilla parece de papel de seda, pero se está tranquilo. El mar susurra una canción socarrona. Cigarrito y periódico. Voy a leer algo, a ver si me quemo por dentro:



“La ley afgana que otorga al marido el derecho a negar. Joder que calor, me voy al agua. Vale. La ley afgana que otorga al marido. Papá ponme los manguitos. Venga. Los hincho con urgencia. Vamos. A nadar. La ley afgana. Ponme crema por aquí que yo no llego. La ley afgana que. ¿Dónde están la gafas de buceo? No sé, mira en la bolsa. No las veo. Aquí, toma. Es que como no las guardas tú, pues luego no las encuentras. La ley afgana que otorga al marido el derecho. Hola, quieres gafas, relojes, música. No gracias. La ley afgana que otorga al marido. Papá mira lo que hago. Qué bien. La ley afgana que ahora que no me habla nadie no puedo seguir leyendo.”



Miro las olas. Soy de los que piensan que las olas van de dos en dos. Miro sus brillos. Soy de los que piensan que los brillos del sol y los de la luna tienen el mismo color. Escucho su vaivén, tiene cadencia musical. Me gusta pensar esas tonterías que uno piensa cuando no piensa en nada. Un cigarrito. Este verano me lo estoy fumando. Una cerveza. Dejo el periódico. Voy a leer lo que dice la ley afgana y me voy a sentir culpable. Una cerveza. Que mierda de vida.

14 comentarios:

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Las afgnas no se creerían tu relato.... saludos

Nine dijo...

“La ley afgana que otorga al marido el derecho a negar"...cualquier derecho a las mujeres y a los niños, su mundo es solo para hombres, digo yo.

Y pensar que muchas mujeres de esas que se adivinan bajo el burka, consideran a esta prenda una protección a las miradas lascivas y de desprecio de seres cuya evolución humana está por hacer.

Qué bonito es poner crema protectora a la pareja en la playa y que nos la pongan a nosotros.

Leyendo tu relato me convenzo de que no sabemos lo que tenemos y hay que cuidar.

Besos.

Sureña dijo...

Leerte a ti cosas como éstas sí que es un placer...
Ya podría parecerse la ley afgana a esto.

:)

Besos

Belén dijo...

Bueno, en vacaciones debería estar prohibido leer esas cosas...

Besicos

Malena dijo...

Creo, mi querido Caballero del Antifaz, que en verano debemos dejar aparcadas según que cosas pues el tener ese pluriempleo familiar no te permite estar al día de los acontecimientos importantes y si lo haces, encima te sientes cupable y es que el verano es muy especial.

Mil besos.

mi dijo...

Me ENCANTA tu antifaz de hoy. Embargo. Te toca mover mi negro, jajajaja.. muy tuya la frase, muy reguetonera...

Voy a leer.

mi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

No me extraña que no pudieras seguir leyendo, yo no puedo ni mirar.
Tú, no dejes de escribir y de mirar las olas de dos en dos, y qué bien esa cervecita y el cigarrito... hace un mes he dejado de fumar, lo llevo muy bien.
Un beso anti

Nuria dijo...

Si esto te lo ha inspirado las olas y la cervecita, ya estoy deseando leer lo que te inspirará un buen ribera, un buen chuletón y el castillo de fondo.

María dijo...

Vengo riéndome del comentario que dejaste tan bueno en el blog de Toro, el cual, he hecho referencia.

Pero cuánto tiempo sin venir por aquí... estuve algo apartada de los blogs, pero ya me estoy poniendo al día.

Me encuentro con un relato fascinante sobre la Ley Afgana...

Y que tengan que ponerse las mujeres esa prenda... ¡¡¡es increíble!!!!

Ya se nos va el verano, pero no debemos sentir nostalgia, pensemos que tan sólo quedan otros 11 meses para que vuelvan las vacaciones, y también pensemos que disponemos de los fines de semana que también son minivacaciones.

Un beso, amigo.

@Intimä dijo...

Tenemos todo el año para pensar en leyes e injusticias, el veranito es para tomar el sol y disfrutar de una lectura refrescante.
Besitos.

Calle Quimera dijo...

No he podido evitar "visualizar" la escena...la playa, los niños, el sol, el agua, el dolce far niente, el señor con el periódico.. y como a flashes, entremezcladas con todo eso, las mujeres con burka, los caminos polvorientos afganos, con las montañas recortándose al fondo, los hombres con barbas y los Kalasnikoff en la mano, las niñas asaltadas sexualmente a la puerta de la escuela... Se entremezclaban las imágenes como las líneas de tu texto. Eran los contrastes de dos mundos en un solo planeta.

Pero seguramente esos flashes eran producto del sol, del calor, de la modorra veraniega...

Qué mierda de vida, Antifaz, llevas toda la razón del mundo, y qué buen texto... Yo también llevo toda la razón del mundo.. :-)

Besos.

Palmoba dijo...

Un final muy tuyo y es que hay que joderse, que te fumes el verano o una vida entera y que la ley agfana siga predicandose y latente.

A los de la ley me fumaria yo si me dejasen.

Anónimo dijo...

llego a traves del blog de Belen.

Me ha encantado esta entrada, como escribes, ^_^. Te seguiré leyendo.