El Antifaz: Dicen...

Dicen...

Dicen que en los restaurantes chinos se come gato. Pero aquí no rezamos a Buda ni comemos carne. Es semana santa: penitencia, abstinencia, somnolencia, ausencia y poca creencia. Y la gente habla y habla porque como, de momento, es gratis: dicen que hay una cofradía de mariquitas; supongo que el comentario no pretenderá hacer daño, aunque da por culo.

Dicen que en todas las procesiones sale un alcalde inalcaldable y un cura incurable. Dicen que salen las velas embaladas, y que sacan a un cristo encriptado. Que los que no suben al trono, van auto entronados. Que los santos de oro no son adorados. Que los pecadores en el suelo, no tienen pecados. Que el camino completo no es completado. Que el que debe llevar capucha, no va encapuchado. Que los confesos no se han confesado.

Dicen que cuentan la historia al revés: que el que sale atado, mañana desatado; que el que han clavado, mañana desclavado. ¿Cómo sale entonces muerto y luego resucitado? ¿Está el orden desordenado?

Dicen que el que busca soledad, el viernes por la noche, soledad ha encontrado. Dicen que en la oscuridad de las calles caminan fantasmas oscuros; que la pureza buscada encuentra hombres impuros. Que la resurrección de uno sólo ha tantos está matando. Que hasta el amor sin límites lo están limitando. Dicen que el carnaval está procesionando.

La gente dice y dice y dice…Yo lo que dicen no me lo creo. Por no creer, ni en lo que veo.

3 comentarios:

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...: Bueno, de la gastronomía asiática que te voy a comentar, tu tienes experiencia para regalar.
Los golpes de pecho son más frecuentes que nunca, lo que viste es "el figurar", pero el ¿practicante? al templo a lo largo del año se acerca poco y sólo en tiempos de la oferta, pues aquí es donde frecuentan los publicanos.
Que bonito mi paso ¡¡¡¡ , que bonito mi trono ¡¡¡... que lujo de banda ¡¡¡ que bonita mi Semana Santa ¡¡¡, y luego se me olvida hasta el próximo año. Bueno, me supongo que algún que otro purista perdurará. El carnaval los tiene o ¿no? jeje
De acuerdo contigo en todo, menos en “Dicen que el carnaval está procesionando”… yo diría que las procesiones están carnavaleando….
Un saludo; 14 de abril de 2007, 21:35
selom dijo...: hola gracias por dejar un comentario en mi blog, el tuyo tambien esta muy interesante sobre todo este post!, estoy muy de acuerdo contigo..
Ya tengo suficiente conocimiento de cofradias como para saber que son así, un saludo!.; 15 de abril de 2007, 11:18
Anónimo dijo...: Como bien dice manuel, las procesiones están carnavaleando en una cabalgata sin papelillos. Algunos dirán que esto es Semana Santa y aquí hay que mamar... iiiiin iiiiin iiiiin; 16 de abril de 2007, 11:34

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El Antifaz de hoy. Mario

ESTADOS DE ÁNIMO A veces me siento como un águila en el aire ... ( A propósito de una canción de de Pablo Milanés ) Unas veces me siento como pobre colina, y otras como montaña de cumbres repetidas, unas veces me siento como un acantilado, y en otras como un cielo azul pero lejano, a veces uno es manantial entre rocas, y otras veces un árbol con las últimas hojas, pero hoy me siento apenas como laguna insomne, con un embarcadero ya sin embarcaciones, una laguna verde inmóvil y paciente conforme con sus algas sus musgos y sus peces, sereno en mi confianza confiando en que una tarde, te acerques y te mires.. te mires al mirarme.

28 de Febrero. Hoy es el Día de Andalucía

Soy de una tierra donde el sol se queda a comer a mediodía, donde los pintores llenan la paleta de colores, donde viven los más pobres del continente de los ricos, donde vienen a beber agua los más pobres del continente de los pobres. Soy de una tierra tan pequeña que no tiene límites. Soy de donde los poetas derraman inmortalidad por las calles de los pueblos, donde cabe todo el mundo en una sala de estar, donde el campo se escribe con C mayúscula, donde el mar abraza lo que las montañas no abarcan, donde la música se sienta con nosotros en la puerta a tomar el fresco, donde las casas tienen tres ventanas: una para Latinoamérica, otra para el mundo árabe, otra para la madrastra europea. Soy de una tierra donde la frontera está en el sitio más lejano donde hemos llegado. Soy andaluz. Felicidades andaluces.

Te vas carnaval

Carnaval, tu te vienes, tu te vas. Te vas con la luna nueva, la triste, la invisible, la oscura de cuaresma repleta... Te vas como un amor de verano, de blanco blanquísimo, regalando al abandono la vida de color que vivimos juntos. Te vas sin una caricia carnal a cambio de las coplas que con sangre he escrito, que con sudor he fraguado, que con dolor he parido: ay si fuera yo tu madre en vez de tu enamorado... Ya ni el vino me emborracha; más me embriaga ver mi sombra oscura reflejada en los espejos del calendario lleno de fechas vacías, vacío de fechas llenas.

Me regalaron flores

Esta semana esperaba la oscuridad al amanecer, y pensaba pintar de blanco y negro mi antifaz. Pero mi primer sabor fue un café, mi primer aroma fue un cigarrillo, y mi primer regalo me regaló una nueva semana: tus flores. Hoy amanecieron flores colgadas en el cielo. Hoy la marea lleva flores a la orilla: a la tuya y a la mía. Hoy escribo con flores. Hoy camino a través de ellas. No recuerdo cuántas veces dejé de quitarme el antifaz. No recuerdo cuántos problemas ocasioné, ni cuántos ayudé a resolver. No recuerdo hoy a ninguna de las novias que tuve, ni siquiera a esa que me enseñó hace mucho mucho tiempo que el azul es un sentimiento. Esta semana, una parte de mí cruzará el océano que nos une. Me voy contigo a inventar un paisaje floreado. Puse las flores en el agua de mi agradecimiento. Así que siempre estarán frescas, como tu inagotable sonrisa. Un beso.

Mis flores están aquí: http://cruzandopinion.blogspot.com/

Nueve meses

En nueve largos y rápidos meses da tiempo a la risa y al llanto. A acostarte 270 noches silbando esa copla, o la otra, hasta que llega la noche 271 en la que no duermes, porque no te acuestas, porque te entregas, porque lo das todo de ti, porque el sueño lo dejaste en el cajón de la mesita de noche. Hablo de sensaciones y de recuerdos que están tan presentes que sólo con cerrar los ojos se vuelven a vivir; el olor a sal, el tacto de una nueva copla que entra en la piel, la presión de un momento eterno antes de salir, marcas imborrables, la respiración agitada, el revoloteo incesante de las mariposas… coger aliento detrás del telón para hacer el viaje a tu propio interior. La timidez del primer segundo, la primera palabra en voz baja…

Mira que da tiempo a imaginar cosas en nueve meses. Y luego te quedas siempre con la sensación de haber llegado tarde.

Un carnaval

Un carnaval me duró el disfraz de brujo. Un conjuro solamente aprendí. Cogí el azul del cielo, el aroma del café más cariñoso, un regalo, una guitarra, un número caprichoso, un paisaje que me agarra, la quijotesca locura, tu femenina ternura. Todo eso lo metí con una oración por ti. Y las musas acudieron al rescate de mi alma conjuraron el caldero, y como era carnaval y conjuros solo uno aprendí yo a conjurar, explotó de papelillos el caldero, y los conté. ochenta y ocho más uno. Como estrellas en el cielo. Como canciones al vuelo.

La mujer

La mujer que yo quiero es un carnaval: mi única verdad vestida de música. Es la mujer perfecta; la que construye su perfección a base de imperfecciones. Es más cobarde que la valentía de sus eternas preguntas, y más valiente que el miedo de sus respuestas. La mujer es un escalón altísimo al que se puede subir, pero no bajar. La que no puede digerir las piedras de su castillo de arena. Sencilla, como un paseo de la mano; difícil, como seguir adelante sin los secretos de la isla de sus besos. Camina torcida por encima de sus propias palabras. Pierde el equilibrio en la cuerda floja que tensan mis ojos. La mujer es un planeta sin aire para quedarse a vivir. Es un balcón al que me asomo para ver el resto de mi vida. Es la guitarra que olvidé cuando era más joven que mi guitarra. Me regala sus atardeceres prohibidos de color, y yo me quedo abriendo la caja de su regalo, que no es otra cosa que esperar a que otra tarde de estas amanezca.

Deseos

Que el amor sea una enfermedad contagiosa y que nadie investigue una vacuna.
Que los adivinos que siempre adivinan se equivoquen esta vez.
Que a los juguetes se le caigan los cables, y un palo de madera sea un caballo alado.
Que no nos falte la comida; que no nos sobre.
Que se pudran las flores del jardín de los ricos.
Que la música sea el ministro de exteriores de todos los países con música.
Que reviente un pozo de agua clara en medio del desierto.
Que los niños pinten fantasías picasianas y sus padres limpien los pinceles.
Que me falte siempre algo más que desear.
Que se estropee la brújula de la razón y que mi norte se vuelva loco.
Que la luna me ponga el antifaz y el mar me lo quite.
Que quepa el universo en mi taza de café caliente. El sabor de la tierra, el fuego del fuego, el aroma del aire, el agua que inunda.
Que quien me ate me deje suelto, y que sea el corazón el que fabrique las cuerdas.
Que mis maletas no noten el cansancio de mis pies, para llegar al otro lado del horizonte. Que me despeines, que me ensucies, que me rompas, que me tires, que me desnudes, como si fueras el enfado del viento.