Una nueva vida: tres vidas nuevas.



Hace casi tres años dijimos: Hoy es un día especialmente alegre. Hoy se impone la lógica de la felicidad con mayúsculas, con esencia. Hoy se abre una puerta más por donde pasará la amistad, el cariño y esa sincera disponibilidad que tanto echamos de menos en esta época insulsa y llena de conflictos y problemas irreales que nos están dejando vacíos por dentro. Para contrarrestar todo este teatro de la vida, uno necesita de vez en cuando conocer a alguien verdadero y lleno por dentro. Tomamos como ejemplo a aquellos que lideran sin bastón de mando, que predican con pocas palabras, que ganan batallas pacíficamente, que se entregan en silencio, sin alardes; que mejor ejemplo que Manolo y Nuria, que hoy vienen a hacer de dos familias una sola.
Manolo y Nuria: Sois los vecinos de un barrio sin fronteras, sin himno y sin bandera. Sois un espejo en el que mirarse cuando necesitamos ánimo. Sois la alegría que abre sus ventanas a vuestras familias. Sois una guitarra y un cante, una sonrisa siempre a mano, un recuerdo del pasado y un plan de futuro. Hoy más que nunca sois futuro. Sois la confianza sin espacio para dudar y venís a dar una lección a los que a cualquier cosa llaman amor. Por esto, por todo esto, os decíamos que hoy es día especialmente alegre.


Hoy decimos: Estaba la luna medio llena, medio vacía de luz. Estaba el verano en pañales, aprendiendo a calentar y equivocándose todavía en sus primeros intentos. Tanto es así, que Febrero, más listo que el demonio, se abrió la puerta en medio de la noche más clara y os dejó un regalo. Os regaló un pasodoble certificado y sin acuse de recibo, porque ya lo esperabais. Os regaló un rayo de luz en medio de la noche, que os confirma como triunfadores en esta batalla que es repartir alegría. La inquietud, los nervios, el dolor silencioso y el ruidoso, la contención, la espera, el no saber, mírame y no me digas nada, la sonrisa nerviosa, el tiempo que no pasa, otra vez el dolor asumido y entregado, las idas y venidas, el teléfono que no para, y ella que no pare… La luna se sienta en la sala de espera, el teléfono se calla, el tiempo se para, la respiración no se oye, y Febrero se mete en la sala de partos… No hace calor ni frío, no es tarde ni temprano. Se acabó. Nacisteis hace tres años, y habéis vuelto a nacer esta noche de carnavales. Para el recuerdo, lo que fuisteis. Para soñar, lo que ahora sois. Para vivir, la noche de vuestro hijo. Tres vidas nuevas por una sola nueva vida. Allí estuve, sentado con la luna que alumbra los partos y con las abuelas del chiquillo. Allí estuve, mirando cómo sacudíais la tensión después de que todo había pasado. Me subí al coche. La luna estaba ya en su sitio. Febrero ya no estaba. Silenciosa la noche de verano que me dejó la sonrisa puesta. Me voy a dormir. Por el camino, otro pasodoble.

9 comentarios:

Kt. dijo...

"Cuando naciste, tu lloraste y el mundo se regocijó. Vive tu vida de tal manera que cuando mueras, el mundo llore y tu te regocijes".

Hace once años bordé este mensaje en punto de cruz para una nueva vida... Hoy lo recordé...

Me has hecho parir de nuevo!!!

Creo que se nota la importancia que tiene para mi cada vez que hablo de mi hija y de mis pequeños alumnos...
Otra vez vuelves a tocar mis sentidos con tus palabras (yo ahora tengo un embarazo psicológico por el de mi hermana)...
Extiende mis Felicitaciones a los nuevos padres y que sepan que al otro lado del océano alguien comparte su alegría.

Un hijo es el comienzo de nuestras verdaderas vidas, lo anterior solo ha sido una etapa de enzayos...
El nacimiento de un hijo es el nacimiento de nosotros mismos!

Besos a la nueva vida...

Kt. dijo...

Olvidé decirte que me gusta el carnaval de Cadíz.... Cada vez más!

Besos Anti (de cariño)... saludos extendidos!

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Pásale mi enhorabuena a Nuria y Manolo....ya lo haré en persona cuando retorne al hogar...dentro de unos días.

Joder ya me podías haber escrio a mi algo de eso...me hubiea gustado.

Ve llenando el frigo...aunque sea de las de Mecadona..

Anónimo dijo...

¡Que bonito! Se nota que te salió especialmente de adentro.

Permíteme que me lo guarde, por si algún día tengo la afortunada oportunidad de hacerlo mío

Hasta entonces, sigo deshaciendo mi maraña de nudos, eso sí, con la sonrisa tierna y esperanzadora que me dejaron tus palabras.

Felicidades a los padres y especialmente a Jesús.

Besos a todos

Anónimo dijo...

Así son Manolo y Nuria, así de bien saben hacer las cosas, con naturalidad. como si llevaran siendo padres toda la vida...no pude evitar emocionarme al verlos...gracias por ponerle la música, la letra y la poesía.
Un besillo

Anónimo dijo...

Gracias a todos.

Antifaz, ¿a ti qué te puedo decir? Bueno sí, que tú no tuviste que hacer guardia en el coche toda la noche. Ya aleccioné al pequeñajo para que no te tuviera esperando, que es muy duro eso de dormir en los coches.

De nuevo gracias

Guillo dijo...

Me pareció complicado de seguir la línea de lo narrado, si no entendí mal "feliz cumple al niño", creo que rememoraste y relacionaste al clima con el nacimiento del niño. Y que ese nacimiento dio origen al cambio de dos vidas agregando la nueva de esa manera una vida hace tres nuevas vidas.

Espero no haber entendido mal, saludos desde Argentina

Nuria dijo...

Hace días que leí tu artículo pero no pude contestar en ese momento, había alguien reclamando mi presencia.
Hoy, después de una semana del acontecimiento, parece ser que mi pequeñajo se está empezando a hacer mayor y ya sólo come cada tres horas...
Gracias por dedicarle un ratito de tu tiempo y un espacio en este blog que gana en popularidad día a día y, como no, gracias (a tí y a Eli) por acompañarnos en un momento tan especial, no hace falta estar presente en una habitación para sentir la compañía, el cariño y apoyo.