Mis armas

jack sparrow -

Hola, estoy aquí. Otro año más. Otra temporada más. Otras intenciones que luego cambian mi rumbo. Y el mismo antifaz. Os voy a presentar mis armas; las compré este verano y las he afilado hasta que el brillo de sus hojas cegaba como un amor de instituto. Y aunque las voy a usar sin manual de instrucciones y sin haber recibido clases de un experto, no os pongáis delante por si acaso.

He traído un volcán que escupe fuego a los que me hagan quemaduras por dentro de la piel, que arrasa las malas hierbas y las malas lenguas. Instrumentos musicales que os romperán los tímpanos si alguna vez escucháis lo que no he dicho. Una nube de tormenta con la que escribiré en letras moradas esas palabras oscuras que esperan impacientes a que el cielo de la vuelta a su paleta de colores. Un billete de lotería que nunca toca, para que nunca me encierren en la cárcel del dinero; que mi fortuna la cuento por paisajes, por abrazos y por litros de cerveza. Una escopeta que sólo dispara verdades, sus balas son protestas, gargantas de oprimidos, esas fotos que todos ven y que pocos publican; y se atasca cuando apuntan el cura o el banquero. Un par de olas del mar con el coraje suficiente para borrar las huellas que voy dejando. Siempre se borran; además, yo trato de no clavar los pies demasiado. Un cementerio para inmortales; tengo que asegurarme la jubilación. Yo siempre corrí más que uno de esos tipos que venden seguros de vida. Un bote de cicatrizante que se llama “no pasa nada”; aunque no soy capaz de leer las contraindicaciones. Un manual de circulación que he escrito yo donde no hay señales, ni prohibiciones ni límites de velocidad. Una maleta que está siempre abierta y siempre invitándome a un nuevo viaje, donde cabe todo lo que necesito porque no necesito nada. Un peine sin púas que despeina más que el viento. Una balanza que si pones el mismo peso en cada platillo se desequilibra sola; como en el amor y en la guerra, la justicia no levanta columnas aquí; alguien gana, alguien pierde. Un caballo que sólo galopa. Una espada que no hace sangre. Una caja interminable de juegos de niños… un abrazo de mi abuela; eso sí que es un arma.




Y todo metido en un barco recién pintado, con matrícula falsificada, y una bandera con dos tibias cruzadas bajo un antifaz. Una sirena en la proa sostiene un cartel que no está escrito en ningún idioma para que todo el mundo lo entienda. Quizá por eso tú pasas por aquí. Quizá por eso creo cortar el viento y abrir las aguas. Aunque no sea verdad, aunque escriba con un garfio.

15 comentarios:

mi dijo...

Has descrito perfectamente las sensaciones que pruduce el leerte.

La libertad infinita, a pesar.

Un beso

Alimontero dijo...

Yo voy contigo mi señor del Antifaz, te acompaño en esta travesía...me gusta el desafío, el corazón abierto y mi motivación es el amor esencial siempre!!
Escribamos juntos la historia con un garfio..estoy contigo!!
un abrazo con toda la esperanza y admiración que siento por tí!!
un abrazo al niño/hombre del hoy que hace falta para jugar y actuar!!

Ali

Mariel Ramírez Barrios dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mariel Ramírez Barrios dijo...

Sì.por eso yo me paso por aquì.
Esto que has escrito hoy,mi hermano,es el compendio de la filosofìa de un hombre que ha crecido,un manual que deberìamos grabarnos todos a fuego en la cabeza.
la letra marca
y la tuya,lo hace,indefectiblemente.

Desnuda dijo...

He pegado un brinco cuando di clik a la música, al final por la lectura, mereció la pena el brinco.
Que bonito escribes, muy bonito

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Eso es lo bueno de querer volver a comenzar las buenas intenciones, yo me quité de beber cerveza una docena de veces, pero macho.... no hay forma. saludos

Borrasca dijo...

Antifaz ojalá todo el mundo estuviera armado como tú, cuanta armonía sentiríamos por doquier...

Besos

CalidaSirena dijo...

Enhorabuena por ese año y creo que has elegido maravillosamente tus armas, de echo a mi me encanta, ahora entiendo, porque me gusta leerte..
Besos muy dulces

Anónimo dijo...

me encanta que el antifaz sea la libertad, de algún modo un blog es eso mismo

un abrazo

Anónimo dijo...

Con antifaz y armado con todo aquello que huele a horizonte. Buena marca de la casa

VANESSA dijo...

que bueno antifaz, pero que bueno! siempre hay malas gentes, malas lenguas, malas miradas quizas te pida ayuda para que me prestes tus armas cuando me quieran herir.

un beso desde los madriles, hoy algo lluviosos, pero bellos siempre bellos

Sureña dijo...

Vienes preparado para la guerra entonces... :)

Pues adelante!

Besicos

Malena dijo...

Buena declaración de principios, mi Caballero del Antifaz.

Te deseo una buena travesía.

Yùn qì.

El antifaz dijo...

EUCHY: Yo también me leo... a veces. Un beso, a pesar.

ALI: Gracias Ali. Podéis venir todos los que queráis. Mi casa no tiene llave, ni yo pongo esparadrapo en la boca a nadie.
Un beso.

MARIEL: Tú si que marcas. Lo malo de los manuales es que no sabes qué página consultar en cada caso.
Un beso.

DESNUDA: Gracias por entrar en casa. Te debo la visita. Un beso desnudo.

MANUEL-T.: Con la intención, a veces, no vale. Luego hay que aplicar la teoría... y encontrar esas excepciones que confirman la regla.
Un abrazo.

BORRASCA: Todo el mundo está armado. Todos tienen antifaz y otras cosas para protegerse, para atacar... tú también. Te llamas Borrasca; qué más armas quieres?
Un beso.

CALIDA SIRENA: Las elegí pensando en el mar. Tú lo entiendes bien.
Un beso.

AMOR: Tú lo dices, que llevas la palabra escrita en la bandera de tu blog. Un abrazo.

MANUEL-R.: No sé cómo, pero es el horizonte donde siempre he buscado la respuesta a muchas preguntas. Le tengo cariño al horizonte, aunque no voy a llegar hasta él.
Un abrazo.

VANESSA: Gracias. Mis armas son en realidad para todos vosotros. Y para tí también. Aquí llueve menos... la lluvia también sirve para defenderse.
Un beso.

SUREÑA: Sí. Es lo que me gustaría. Iniciar una batalla y sentirme acompañado por vosotros en ella. Luego, el curso de los días y sus acontecimientos, me van dirigiendo hacia otros lugares distintos a los que había imaginado que llegaría. Pero sigo queriendo hacer esa guerra.
Un beso.

MALENA: Gracias, niña. Mi travesía pasa por vuestra casa. De ahí recogeré los argumentos. Y luego aqui, a solas, los intentaré convertir en sueños: al revés que en la vida.
Me das mucha envidia con tus palabras en chino, yo también quiero aprender.
Un beso mi dama oriental.
Yùn qì ni.

Palmoba dijo...

Mo me importan esas armas..es mejor la fuerza con la que vienes.