Y dijo la voz...

Y dijo la voz: “Señoras y señores lamentamos tener que informarles de que el avión tiene una avería y nuestro servicio de mantenimiento no la puede arreglar de inmediato. Por favor, abandonen el avión y en la terminal les darán más información.” La gente sale fuera del cacharro con la psicosis del accidente de Spanair de este verano como equipaje de mano, pero estos son otros “air”.


Y dijo la voz: “Señoras y señores, la nueva puerta asignada para su vuelo es la número 27. Más adelante recibirán más información.” Y cada uno de nosotros por separado consiguió que el rebaño entero se plantase en la puerta 27 con el carné de identidad en la mano. Desesperados por no saber cuándo abrirían la puerta de embarque hablábamos por teléfono, porque ya, pasara como pasara, para algunos esto era una aventura. A esperar.


Y dijo la voz: “Señoras y señores vamos a realizar el embarque, bla bla bla…” Y se nos puso la cara como si fuera la primera vez que subíamos a un avión. Algunos bromeaban sobre la escasa herencia que dejarían a sus familiares, otros con una traducción libre del inglés de la azafata. Pero siempre obedecimos a la voz.



Despegamos, y en seguida el mar se apagó en grises por culpa del día lluvioso que hacía en tierra firme; después dejamos abajo la alfombra de algodón de las nubes más altas que es donde yo guardo mis sueños; y mirando hacia arriba descubrí de nuevo el azul oxigenado de estas alturas de la tarde; y el sol pintando sobre la piel azul del cielo líneas naranjas cerca del horizonte, y por el otro lado el azul se oscurece lentamente y en absoluto silencio. Y atardeció dos veces: una sobre las nubes, y otra, con el descenso del avión hacia el destino, sobre la tierra firme. Y el juego de colores fue un regalo de la compañía de aviones por habernos hecho esperar. Hay voces que te llevan al cielo; y de qué manera.

23 comentarios:

Belén dijo...

A mi me asustaría tanto que me quedaría quieta en el sitio y no podría ni disfrutar del viaje...

besicos

Palmoba dijo...

En los dos meses sucesivos al 11-S, me monte en 12 aviones con destinos muy diferentes y por propia elección, más que nada pq como se tenia miedo, no se viajaba y los billetes bajaron en picado; es la mia pense....a viajar!!! en uno de los viajes nos encontramos con un torbellino y 2 horas sobre volando paris por no poder aterrizar y mientras todos se inquietaban y susurraban yo decidi dormir ante el pasmo de mi compañero de viaje. Es que lo que tenga que pasar pasará igual..como entonces desperdiciar 2 horas de siesta entre las nubes??
Me lo siguen recordando hoy.

Un post muy bonito este, una foto preciosa, nubes naranjas, nubes naranjas, nubes naranjas. Me ha encantado sr antifaz!!

Ronini dijo...

la verdad es que es maravilloso que ante tal psicosis, sepas apreciar la belleza del cielo, los regalos que nos da la vida, los colores de nuestros sueños,
precioso
un saludo

mi dijo...

Me encanta cómo disfrutas de las cosas simples de la vida.

Un beso

Malena dijo...

¿Qué quieres que te diga si las he visto de mil colores diferentes?

Hace años, acompañando a mi marido a un congreso en E.E.U.U, el avión se averió y tuvimos que dar la vuelta. Cuando lo arreglaron, la mitad del pasaje hizo que les devolvieran el billete, pero nosotros con más valor que el Guerra, nos montamos otra vez.

Si a esto le añades que mi hijo mayor es en sus ratos libres, piloto acrobático y que yo he ido con él en avioneta hasta el desierto d'Er Chebí, con eso ya te digo que estoy curada de espanto.

Preciosa fotografía.


Mil besos, mi Caballero del Antifaz.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Hay voces que acongojan... pero esas que mencionas acojonan... un abrazo

Eria.. dijo...

Yo soy una cagueta pero nunca me ha pasado nada por el estilo, además siempre que vuelo lo hago con un libro entre las manos, así viajo dos veces y se me pasa el miedo. Besitos varios.

María dijo...

Hay voces que te pueden llevar al cielo de muchas maneras, pero... buffffff ¡qué miedo escuchar esas voces que has descrito tú!

Un beso.

Anónimo dijo...

A mi eso de deambular por encima del desván de los sueños es como que me descorazona un poco, pero bueno, tiene la ventaja de poderles ver la calva a las malas ideas que también se posan en las nubes, o en los nubarrones, no sé...

Anónimo dijo...

Me montaría en esas nubes y ahí me quedaría una buena temporada.
No tengo miedo al avión, me asusta la enfermedad, lo demás, está todo escrito.
Besos

Borrasca dijo...

Tienes toda la razón, hay voces que nos hacen volar, sin siquiera subirnos a un avión...

Besos borrascosos

Anónimo dijo...

Alguna que otra vez he sufrido algún susto volando, pero más miedo he tenido en la carretera. Se estrella un avión y aparece la psicosis colectiva, pero nos afecta poco los accidentes de carretera que son más habituales y se cobran más víctimas.

Un saludo antifaz. ¿Para cuándo tu regreso a los fueros carnavaleros en entre olivares?

Jesús dijo...

Y esas nubes blancas, algodones sobre los que pasear en los sueños,
y esa luz cegadora...

Te da la impresión de ser fuerte, de estar pisando tierra... en el cielo.
Hasta que vienen las turbulencias.

Un abrazo

CalidaSirena dijo...

Realmente sólo con leerlo y con imaginarlo, se me estremece el cuerpo..
Que miedo..
Besos muy cálidos

Anónimo dijo...

Yo ya estoy asustada con sólo leerte. Si lo dice la voz, me meto debajo de la cama.

Besos de Princesa

Anónimo dijo...

Los aviones me dan más que miedo: terror.

Besos

Anónimo dijo...

Sólo hay que tenr miedo al miedo. Creo que lo digo... ay, no me acuerdo ahora. Bueno es igual. Lo dicho.

Besos

Syl dijo...

Recién llegada de amsterdam en avión, leo tu post y recuerdo esas sensaciones de ver lo que no vemos a ras del suelo, que tanto me encanta...gracias a la compañía o a perico de los palotes...

Bello post, como siempre.

Besitos.

Mariel Ramírez Barrios dijo...

Que maravilla
Una mezcla de imàgenes
y alguna ironìa ( otros "air"; todos seguimos la voz)
Una manada
una bandada?
eso.
Y el vuelo
Làstima que,en nuestro afàn de elevarnos ,el hombre se haya puesto,indefenso ,al capricho de una màquina.
Pero algo es algo..dijo el diablo,y se llevò un Obispo.
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Adoro tu descripciòn del ascenso.
besote

Calle Quimera dijo...

Estoy convencida que en todo o casi todo cuanto ocurre hay una cara A y una cara B, y tu post me reafirma en ello. La cara A de aquel incidente en el aeropuerto tuvo una hermosa contrapartida.

Las nubes son inevitables, pero si se consigue ascender sobre ellas lo necesario siempre termina por verse el azul que nos tapaban y que siempre está ahí. Al menos, me gustaría pensar que es así.

besos, Antifaz.

Sí es cierto, hay voces que te llevan al cielo. Y líneas escritas también.. :-)

Sureña dijo...

Que no me pase eso nunca porque me da algo...

Oye, que a mi hermano le pasó lo mismo el otro día, salieron con retraso por "problemas técnicos"...ay dios que yuyu...

Besicos

mi dijo...

Me acordé de esto ayer. No volé en avión pero volé.

Un abrazo,

Jessie dijo...

Uy, pero igual es lindo viajar por los aires en un día lluvioso que en un día soleado, que en la noche.

Viajar en avión es lo más bárbaro que existe.

Te saludo y me dspido

Atentamente:
Jessie