Viaje


Discover Miguel Bosé!



El otro día la suerte hizo cábalas conmigo, la familia hizo lo que tenía que hacer, mi jefe me dio el día libre, y me quedé sólo en casa. Me sorprendí arropado bajo una de mis canciones manta, mirando como la lluvia llenaba de lágrimas los cristales. No me apetecía salir a la calle a romper los zapatos en el frío prematuro del invierno que se cuela con prisas por las pequeñas grietas de la puerta de mis manos heladas. Así que me fui de viaje. Abrí aquellos años que guardo, a pesar de los nudos del tiempo, en puertas y cajones de madera joven, e iba pasando por encima sin tocar el suelo. Estuve leyendo las cartas que brotaron de mi juventud llena de inquietudes, amores, desengaños, sueños y pesadillas, y cosas importantes sin importancia. Me puse a recortar palabras antiguas para formar un corazón nuevo, pero no encajaba en el hueco del que tengo ahora. Será que ya no me sirven los golpes que me di en aquella época. Será que me resisto a que la sangre se enfríe.



De un álbum de fotos que llevaban mucho tiempo con los ojos cerrados, rescaté algún capítulo de esos tan lejanos, tan en el fondo del cajón, que para imaginar las escenas necesito inventar ciertos detalles que se cubrieron del polvo que los calendarios le echan encima. Alguna de las imágenes me miró con cara de niño sin que yo tuviera la intención de mirar la imagen con cara de hombre. Traté de construir un espejo con el marco descosido del papel amarillo, pero no había reflejo, ni mango para sostenerlo en frente de mí; se me caían al suelo. Y no había trozos de cristal que recoger. Será que volver tras tus propios pasos es dirección prohibida. Será que recordar es conveniente y añorar es un exceso sentimental, un truco de magia que ningún mago sabe hacer sin ponerse en evidencia.




Regué de nuevo el cristal de este inexperto invierno con mi aliento. Ahí de pie; disfrazado de mi propio personaje, interpretando mi papel en la escena de hoy. A veces no sé si son gigantes o molinos. A veces me sorprende la hoja roja en el librillo de papel de fumar. A veces no me queda bien el antifaz por no haber leído el guión. Pero hoy tengo una nueva ventana, aquí delante, que está poniendo pilas a mi reloj. Miro hacia delante y hay millones de posibilidades de equivocarse. Hoy elijo mi camino, que es mi acierto. A veces no sé si son gigantes o molinos; y qué más da.


27 comentarios:

mi dijo...

Cuando me quedo sola y libre en casa, hago lo mismo que tu.

..pero tu lo narras más bonito que yo ♥

Es un suerte elegir el camino. A veces pienso eso, pero otras tengo la sensación de que es el camino quien me elije a mi.

No siempre es el camino que uno quiere. A veces provoca escaparse de él.

En todo caso: mientras los días que esté sola haga lo mismo que tu, no importa el camino.

Besos y feliz finde.

mi dijo...

Cada día amo más y más la forma como escribes, y lo que escribes.

El antifaz de los sábados.

Mucha dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Belén dijo...

Cuidado con la nostalgia, querido, a veces, escuece :)

Besicos

pati dijo...

Siempre he pensado que las celdas de la memoria tienen fisuras por donde se nos escapan todo lo que debería estar bajo llave. Y nos damos cuenta tarde, al pasar frente al espejo, o al buscar en viejas y polvorientas fotografías, que se nos fueron.

Un placer pasar por aquí.
Saludos :)

Mucha dijo...

Bueno que yo sepa no he suprimido nada No recuerdo lo que te comenté pero ya ves estoy de nuevo con vos. Tu escrito me gustó mucho escritor
te dejo besosssssss desde lo lejos
Te sigo

Anónimo dijo...

Usar la libertad que nos brinda la soledad para remover la melancolía tampoco es mal asunto, así separamos la espuma de las esencias, nos quedamos con lo autentico...

ЖΔЯIΔ dijo...

Morriña
Es la palabra que vino a mi mete al leerte
Expresión muy gallega sin traducción muy exacta
Algo así como tristeza con evocación de nostalgia
Ver atrás? Para nada es malo En esta vida tan apresurada Esos respiros en retrospectiva, nos ayudan a ubicarnos en el tiempo de hoy. Recordar sueños que aun están pendientes. Sueños cumplidos. Anhelos que no fueron satisfechos. Personas importantes en nuestra vida. Errores que no volveremos a cometer. Errores que quisieramos haber cometido. En fin; una ayuda a repasar el camino recorrido y así hacer más fácil ejecutar esa partitura que cada día nos toca leer.

CalidaSirena dijo...

Un viaje en el tiempo, un viaje lleno de nostálgias y de recuerdos...
Me ha encantado tu post, porque me has permitido acompañarte en esa tarde donde las lágrimas no dejan de caer por los cristales..
Besos muy cálidos

Eria.. dijo...

me has llenado la habitación de melancolia... besitos varios.

Silvia_D dijo...

Me encontré forrando libros de escuela, entre olores a plástico y de goma de borrar y recordando como las tardes de otoño palidecían tras las ventanas del aula donde pasaba horas aprendiendo no sé qué...

Por aquel entonces las máscaras no hacían falta... :)

Te dejo besos

Luna dijo...

La lluvia y la soledad son los boletos ideales para este tipo de viaje.

Saludos

@Intimä dijo...

Molinos de viento que ni el más fuerte de los Quijotes tiene el poder de batir en duelo una batalla.
La memoria... dichoso aquel que puede retomarla, aunque sea en viejas y polvorientas cartas guardadas celosamente en un cajón con historia.
Besitos, siempre es un placer entrar en tu espacio.
:-)

Calle Quimera dijo...

Saludos Antifaz,no voy a decirte nada por que he venido a robar tus palabras...me las llevo en un bolsillo.....

Syl dijo...

Si elegimos, siempre acertamos...Una vez aprendí que en el momento de decidir debes creer siempre que has hecho lo correcto, más que nada, porque en el fondo sabes que si tiempo después pudieses volver atrás, volverías a hacer exactamente lo mismo.

Bonito revivir y ver que hemos cambiado tanto.

Besitos.

Anónimo dijo...

ufff qué pasada... que introspección al pasado y que mirada de futuro, precioso y también preciso, con la justa melancolía y la perfección tanto en ritmo como en la cadencia, todo y más tienen tus letras. Te admiro mucho.
Saludos

Sureña dijo...

A veces es genial una terapia de recuerdos, yo también lo hago :)

Pero sin abusar, que sin darnos cuenta los recuerdos pueden hacer terapia con nosotros...

Besicos

Anónimo dijo...

Mi jefe, es decir, mi suegro no me da días libres. Te envidio.

Besos de Princesa

Soledad Lirica dijo...

esta intenso, y me suena a nostalgia

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

en demasiadas ocasiones no vemos lo que tenemos enfrente...otras no las queremos ver..la realidad de todas formas está ahí y el reloj sigue contando aunque atrases la hora...un abrazo

Malena dijo...

Me encanta ese viaje al pasado, Antifaz, sobre todo porque lo he hecho a tu lado y he visto tu mirada que hablaba. Es ese lenguaje no verbal que dice tanto...

Necesitamos de vez en cuando volver a rescatar el pasado y revivir situaciones que dejaron su huella en nosotros y perdemos la noción del tiempo presente. Existe sólo el pasado y ese pasado te habla de tantas cosas... de tantas ilusiones que unas se cumplieron y otras, no.

Pero mirarse en ese espejo de color sepia o amarillento solo es un descanso para volver al presente con fuerzas renovadas porque el niño de la fotografía, se convirtió en un hombre del que debe siempre, estar orgulloso.

Zàijián, mi Caballero del Antifaz.

Wen bié

Mariel Ramírez Barrios dijo...

què bien escribìs,mi amigo...
admiro eso.
luego
todos debièramos hacer este viaje alguna vez.
te beso.

Borrasca dijo...

Hace tiempo dejé de hacer viajes evocadores, ahora sólo miro hacia adelante y a mi alrededor, cuando estoy de buen humor...

Besos borrascosos

Jackie dijo...

Te acuerdas de Miguel Bosé cantando al lugar donde has sido feliz es mejor que no trates nunca de regresar?

"Los golpes que te diste en aquella época" ya no sirven. Cuando estoy sola (privilegio) y llueve y escucho música que arropa, no reviso mi pasado.

No puedo con tanto.

Palmoba dijo...

Tambien pueden ser dulcineas o gratos Sancho Panzas.

Calle Quimera dijo...

Recordar sí es conveniente; lo que ocurrió nos forma y conforma, no es solo cuestión del tan traído y llevado "aprender de los errores", es cuestión de identidad, de la propia identidad. Añorar es un error, estorba la interpretación del papel de la escena de hoy, nos entretiene e impide que nos concentremos debidamente en él. Y no hay más papel que el que interpretamos hoy...

Besos, Antifaz.

Mariel Ramírez Barrios dijo...

Pd
perdona lo del otro dìa
lo que quise escribir es lo que tiene en tu side bar,y no se entendiò
beso

"No hay más libertad que el Carnaval de Andalucía, ni más pena que tener que disfrazarse para decir la verdad."